De un tiempo a esta parte, aquellos que disfrutamos con la política hemos sido privados de debates básicos. Tanto en temas espinosos como en temas más ligeros, el debate ha sido sustituido por consignas, manifestaciones, periodismo de trincheras y acciones de sabotaje político.
No soy equidistante, señalo al partido popular y a Mariano Rajoy como culpables de una situación que sin duda ha mantenido movilizado al voto popular y alejado de la política al voto de izquierdas, mucho más proclive a desconectar cuando la cosa se pone farragosa. Y les culpo porque creo que la idea era esa, embarrar cualquier gestión del gobierno para alejar a sus votantes menos sólidos y mantener a sus “siempre fieles huestes” en alerta y sin fisuras. La consecuencia ha sido una pírrica victoria en votos para el PP en las municipales y que casi nadie de la izquierda tenga dudas sobre lo que hacer en Navarra (y otros temas).
Para mi el PP necesita un serio correctivo electoral, la debacle socialista en Madrid (y Levante) nos ha privado de esto, pero en general la izquierda ha obtenido unos buenos resultados. La pérdida de poder de los populares en muchas ciudades importantes y en dos comunidades autónomas es un varapalo y sin duda lo echarán de menos a la hora de preparar las siguientes elecciones.
La clave está en Navarra, si el partido popular está interesado en gobernar Navarra tendrá que cejar en su campaña contra todos los que no somos ellos, si no es así veo completamente justificado que se pacte con NaBAI, formación que posee entre sus activos a mi parlamentaria preferida. La pelota está en el tejado de Mariano Rajoy, si su intención es apoyar al gobierno lo tiene muy fácil, el y todos nosotros sabemos lo que tiene que hacer (dejar de hacer más bien).
Yo preferiría que no fuese así, pero apuesto a que tendremos más crispación.